El emprendimiento cultural y marca de ropa Aguacoatl se inspira en la utilización de imágenes antiguas para impregnar prendas de vestir con este valor patrimonial.
La simbología que nos inspira es
Su nombre se desagrega como Agua y Coatl del vocablo kouatl que en lengua náhuatl3[1] significa serpiente, por lo que su nombre se interpreta como serpiente de agua.
La serpiente es un símbolo recurrente en el imaginario previo a la conquista en la región Mesoamericana y se relaciona a la mitología de Quetzalcóatl o serpiente emplumada, que sintetiza gran parte de la filosofía Olmeca y Tolteca que se extienden de México a Centroamérica (Soto, A., González, A., 2009, p.17).
Los colores son el rojo y el negro como código simbólico del llamado Camino Rojo, por el cual se sabe que han caminado los pueblos de Abya Yala llevando mensajes, productos, medicinas, objetos sagrados, saberes y fomentando unión por los siglos hasta nuestros días. En una tierra esclavizada y saqueada, donde cada vez ha sido más restringido transitar para los pueblos indígenas, pero a pesar de ello el camino rojo sigue vivo.
El logo de la marca se inspira en una pieza tallada en jade exhibida como parte de la colección permanente del Museo del Jade y de la Cultura Precolombina, se trata de un colgante en forma de serpiente enrollada elaborada con jadeíta, cuya datación es del período 500 a.C – 800 d. C y sus dimensiones son 6.5 cm de alto por 6.8 cm de ancho.
La utilización de una pieza de jade como referencia del logo se basa en los abundantes hallazgos de este tipo que se han encontrado en el país, se señala que la presencia de objetos de jade en Costa Rica data de 500 a.C. y continúa hasta 800 d.C. En algunas de las formas y estilos de la decoración se puede percibir la influencia de otras culturas, tales como la Olmeca y la Maya, las cuales pertenecen al área cultural mesoamericana (Balser, 1973, p.12).
El jade como objeto arqueológico guarda la memoria de acontecimientos humanos pertenecientes a un contexto histórico específico, además, interconectan temporalidades, “un artefacto arqueológico no es solo un objeto en sí, es un acumulado de significados que contienen la esencia del pasado, el presente y el futuro; ya que su historia no se queda en los primeros períodos de existencia, sino que continúa hasta el presente, por su paso temporal, vigencia y significación. (Molina, 2016, p.15).
De alguna forma, los emprendimientos que crean productos o bienes culturales utilizando patrimonio simbólico, aportamos en la perpetuación del viaje de su presencia en distintos momentos de la historia, cobrando significaciones distintas por cambios de contexto, pero manteniendo el signo de su manufactura, su silente expresión y trayendo a su vez aquello, de lo que pueda saberse en torno a su significación pasada para ser interpretada desde las coordenadas epistémicas del presente.
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[1] 3 El náhuatl (que deriva de nāhua-tl, “sonido claro o agradable” y tlahtōl-li, “lengua o lenguaje”) o mexicano es una lengua uto-azteca hablada en México y América Central. Surge por lo menos desde el siglo VII. Desde la expansión de la cultura tolteca a finales de siglo X en Mesoamérica, el náhuatl comenzó su difusión por encima de otras lenguas mesoamericanas hasta convertirse en lengua franca de buena parte de la zona mesoamericana. (Cruz, M. 2018, Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca)
Bibliografía:
Balser, K., & Balser, K. (1993). El jade precolombino de Costa Rica (3. edición.). San José, C.R.: Instituto Nacional de Seguros.
Molina Muñoz, P. (2016) Más allá de los objetos: entretejidos simbólicos de piezas únicas de la colección de arqueología del Banco Central de Costa Rica. San José. Obtenido de https://www.academia.edu/41716295/M%C3%A1s_all%C3%A1_de_los_Objetos_entretejidos_simb%C3%B3licos_de_piezas_%C3%BAnicas_de_la_colecci%C3%B3n_de_arqueolog%C3%ADa_del_Banco_Central_de_Costa_Rica