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Murciélago

Murcielago

El Murciélago

Este animal es asociado con la noche, el mal y la muerte aún en nuestro tiempo, con significaciones reforzadas por imágenes en las películas de terror, como las del conde Drácula, que en la noche se levanta adquiriendo aspecto de murciélago para chupar la sangre a sus víctimas y así renovar su vida.

En el pueblo kogui de la sierra nevada del norte de Colombia este simbolismo prevalece, representando el “sol negro” o sol subterráneo. También simboliza la menstruación. Los koguis dicen: ‘·¿Ya te picó el murciélago?” por: “¿Ya eres mujer?”.
En el mundo precolombino, el murciélago debió de ser uno de los animales de gran valor simbólico, como lo fue para el pueblo tairona, predecesor de los anteriormente nombrados koguis, quienes lo vinculaban con los misterios nocturnos.
Era el espíritu de la noche y lo masculino. El murciélago, según una leyenda. era el sol negro de las tinieblas nacido de una relación incestuosa entre Mulkuexe y su hijo Enduskama.
Relacionado también con las actividades guerreras está presente en silbatos y ocarinas y se encuentra integrado a deidades elaboradas de cerámica y oro.

Tomado de :Ballestas, Luz Elena (1999) El lenguaje simbólico de las formas precolombinas. Universidad Nacional de Colombia.

Antecedentes arqueológicos de la iconografía del murciélago en América

En la mitología de los pueblos el murciélago es una de las deidades más notables. Su simbolismo es dual, pues al ser un animal crepuscular se relaciona con lo oscuro, con la muerte y, a la vez, con la personificación de la vida. Se le ubicó en el inframundo o mundo subterráneo, un lugar donde no solo habitan fuerzas y espíritus malignos, sino también donde surge la vida (Cruz, 2007Herrera et al., 2015).

En México los murciélagos ocupan un lugar preponderante en el pensamiento religioso; han sido considerados símbolos de fertilidad y de vida, pero también de desolación y muerte (Cruz, 2007Herrera et al., 2015). Se sabe que el culto a Camazotz empezó alrededor del 100 a. C. entre los zapotecas de Oaxaca, quienes veneraban a un monstruo antropozoomorfo, con cuerpo de hombre y cabeza de murciélago. Entre mixtecos y zapotecos, el murciélago también fue símbolo de fertilidad de la tierra, ya que era la conexión entre el suelo en donde se siembra el maíz y el agua que lo fertiliza y le permite crecer. En esta región cultural se le encuentra representado en dinteles, vasos, silbatos, braseros y urnas (Retana Guiascón y Navarijo Ornelas, 2007).

Para los mayas, Zotz simboliza al murciélago, el cual se vincula con la muerte, la fertilidad y la sexualidad (Herrera et al., 2015Retana Guiascón y Navarijo Ornelas, 2007). Existen representaciones del mismo en estelas, incensarios, vasijas y esculturas; incluso formó parte de su calendario de 20 meses, siendo su glifo el patrono del cuarto mes maya. Los mexicas lo consideraron un ser del inframundo y lo asociaron a la decapitación, ideología que trascendió y se incorporó al pensamiento religioso entre los pueblos nahuas. En la actualidad, varios pueblos de México llevan el nombre que en las lenguas aborígenes se le daba a los murciélagos; por ejemplo, Zinacantepec, que significa “cerro de los murciélagos”, y Zinacantán, que significa “donde viven los tzotziles” o la “gente del murciélago” (Cruz, 2007). Por otra parte, entre los indígenas del estado de Guerrero persiste el uso de máscaras con diseños estilizados de murciélago (Retana Guiascón y Navarijo Ornelas, 2007).

A lo largo de Centroamérica frecuentemente se le encuentra representado como un dios en estelas, códices, pinturas, esculturas y vasijas (Cruz, 2007Retana Guiascón y Navarijo Ornelas, 2007). Según la cosmovisión de los Bribri (grupo étnico de Costa Rica), los murciélagos se relacionan con la historia de la creación del mundo. En dicho mito el murciélago fue quien dispersó semillas de plantas sobre la tierra a través de sus excrementos y por eso “muchos árboles cuando se les raspa tienen resina roja, que es en realidad sangre de la Danta” (víctima del rey murciélago o Dkur) (Herrera et al., 2015: 4). Este caso y los anteriores, dan cuenta del conocimiento de las distintas especies y sus hábitos, como el murciélago vampiro que se alimenta de sangre, murciélagos nectarívoros que polinizan flores y murciélagos frugívoros que contribuyen a la regeneración del bosque (Herrera et al., 2015).

En la Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia) Acevedo Coy (2016) exploró la diversidad en la representación del murciélago dentro del material arqueológico del área cultural Tairona. Su análisis aborda, desde una perspectiva simbólica, la cosmología amerindia, tomando la analogía etnográfica como herramienta y realizando a partir de un estudio comparativo el reconocimiento, a través de caracteres morfológicos, de las especies de quiróptero que habitan la zona. Esta autora establece significados ligados a la cosmología de los pueblos indígenas del Tairona con las regiones de Mesoamérica y el Caribe insular, vinculadas todas ellas por el culto al murciélago, desde el 1.000 a. C. hasta comienzos de nuestra era.

Tomado de:

Moreno, Emanuel (2021) La figura del murciélago en el estilo prehispánico Candelaria del noroeste de Argentina.

Boletín de Antropología, vol. 36, núm. 62, pp. 118-146, 2021

Universidad de Antioquia.

 

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